Como influencer, madre de dos hijos y orgullosamente dominicana, el ritmo de mi vida es acelerado. Entre compromisos de trabajo, la crianza de mis pequeños y los momentos para mí, hay algo que nunca dejo de lado: mi rutina matutina de cuidado de la piel. Para mí, cuidar mi piel no es solo una cuestión de estética, sino un acto de amor propio y bienestar. Hoy quiero compartir con ustedes mi ritual diario que me ayuda a mantener una piel radiante y saludable.
1. Limpieza profunda para empezar el día
Lo primero que hago al despertar es lavarme la cara con un limpiador suave pero efectivo. Opto por un gel o espuma de limpieza que elimine las impurezas sin resecar mi piel. Este paso es clave para retirar restos de productos que apliqué la noche anterior y cualquier acumulación de grasa que pueda haber en mi rostro.
2. Tónico para equilibrar la piel
Después de limpiar mi rostro, aplico un tónico hidratante con ingredientes como el agua de rosas o el ácido hialurónico. Este paso ayuda a equilibrar el pH de mi piel y prepararla para los siguientes productos que aplicaré. Además, refresca mi rostro y me da una sensación de frescura inmediata.
3. Suero: el secreto de una piel luminosa
Un buen suero es indispensable en mi rutina. Actualmente, utilizo uno con vitamina C, ideal para iluminar la piel, combatir el daño causado por los radicales libres y aportar ese glow natural que todas queremos. Este paso es mi favorito porque siento que realmente marca la diferencia en mi piel con el tiempo.
4. Hidratación profunda
Independientemente de mi tipo de piel, la hidratación es clave. Aplico una crema hidratante ligera pero nutritiva, que selle la hidratación y mantenga mi piel suave y flexible durante el día. Si mi piel se siente más seca de lo normal, opto por una crema más densa o con ingredientes como ceramidas y ácido hialurónico.
5. Protector solar: el paso que nunca omito
Si hay un producto que nunca falta en mi rutina, es el protector solar. Uso uno con SPF 50 para asegurarme de que mi piel esté protegida contra los daños del sol. Además de prevenir el envejecimiento prematuro, el protector solar me ayuda a evitar manchas y mantener un tono uniforme en mi rostro.
6. Un toque de frescura extra
Para finalizar, me gusta aplicar un mist facial refrescante con ingredientes calmantes como aloe vera o agua de rosas. Este último paso no solo sella la hidratación, sino que también me ayuda a despertar por completo y sentirme lista para afrontar el día.
Cuidar mi piel cada mañana es más que una simple rutina; es un momento de conexión conmigo misma. Como madre y mujer activa, estos minutos dedicados a mi bienestar me dan la energía y confianza para enfrentar el día con seguridad y alegría. ¿Y tú? ¿Tienes una rutina de cuidado de la piel? Me encantaría conocerla en los comentarios.
